El oro verde

El mate comparte características y propiedades con otras bebidas más habituales de este lado del planeta, como son el té o el café. Sus bondades y usos terapéuticos, conocidos ya desde tiempos precolombinos, han comenzado a confirmarse por parte de la comunidad científica.

El mate debe su reconocido poder antioxidante principalmente a la gran variedad de polifenoles que contiene. Es decir, el mate tiene una capacidad de retardar o prevenir el estrés oxidativo comparable o incluso mayor a la del té verde y, por tanto, se trata de una bebida beneficiosa para la salud cardiovascular.

La presencia de saponinas en nuestra bebida latinoamericana es lo que le da el característico sabor amargo. Esta sustancia altamente hidrosoluble no sólo cumple una función en cuanto al sabor, sino que también podría ser la causante de las propiedades antiinflamatorias e hipocolesterolemiantes que se le atribuyen.